La defensa de los puestos de trabajo es responsabilidad de empresarios y consumidores. Sólo el servicio atendido respeta los derechos de todos los consumidores, garantizando la accesibilidad a productos y servicios a todos los colectivos, incluidas las personas con capacidades diferentes.
Sólo el servicio atendido garantiza la seguridad en la descarga -la operación más delicada en la operativa de una estación de servicio- y en el control de incidencias del repostado, como derrames involuntarios o pequeños incendios. La presencia de personal formado impide el uso indebido de material inflamable, prácticas peligrosas o comportamientos prohibidos -repostar fumando, con luces encendidas o motor en marcha-.
El personal dispone de probetas certificadas a disposición del usuario para la comprobación de las medidas, de hojas de reclamaciones y de medios para proporcionarle la factura cuando la solicite.